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vizcarra en el cade 2018. foto: peru21.

¿Cómo votar en el Referéndum del 9 de diciembre?

Emancipación se pronuncia

Publicado: 2018-12-07

Este domingo 9 de diciembre se realizará el Referéndum propuesto por el Presidente Martín Vizcarra y aprobado por el Congreso. Al respecto, desde el Movimiento Socialista Emancipación creemos importante analizar qué está en juego con este Referéndum y qué posición tomar. 

1. ¿El referéndum combate la corrupción?

Claramente, no. No hay ni un solo argumento consistente para decir que las reformas planteadas colaboran con enfrentar la corrupción. Veamos una por una.

Primero, la Junta Nacional de Justicia, que reemplazaría a la Corte Nacional de la Magistratura, ha quitado la participación de la sociedad civil en la elección de jueces. ¿Eso ayudará a que haya menos corrupción judicial? No.

Segundo, la regulación del financiamiento a partidos políticos es laxa e inofensiva, pues lo único que exige es que los aportes se declaren. Eso no es nada nuevo, pues siempre se hace, solo que se blanquea el dinero o se oculta con declaraciones falsas. Es una medida inofensiva.

Tercero, la no reelección de congresistas es una reforma también inofensiva. En un Congreso donde la mayoría son nuevos y donde los congresistas corruptos lo son porque obedecen intereses subalternos que pagan sus campañas, nada se logra impidiendo que no se reelijan. Incluso, los congresistas antiguos podrían estar detrás de los aparentes nuevos, decidiendo en la sombra. Otra medida sin sustento.

Cuarto, la bicameralidad no tiene conexión alguna con la corrupción, pues podríamos tener tanto diputados como senadores corruptos, por las mismas razones por las que hoy hay congresistas corruptos. Otro tiro al aire.

Si se quisiera combatir la corrupción (sin necesariamente implementar un programa revolucionario), podrían haberse planteado medidas concretas como: eliminar el voto preferencial, implementar limitaciones más severas a la inmunidad parlamentaria, regular con más eficiencia las transacciones financieras, regular la concentración empresarial de mercados, etc., pues las causas de la mega corrupción están en el poder extraordinario de las grandes empresas y sus mecanismos de control del Estado. Pero nada de eso se ha propuesto.

2. ¿El Referéndum es un avance? ¿Es, aunque sea, un pequeño paso adelante?

Varios compañeros de izquierda sostienen que, si bien el referéndum no cambia nada, es un avance porque ha llevado a que la población sea consultada y a que se ponga sobre la mesa la necesidad de una nueva Constitución.

Se argumenta, también, que, dada la debilidad del movimiento social, no se puede aspirar a más que eso y que apoyar la consulta permite acumular fuerzas. Incluso se señala que apoyar a Vizcarra es táctico para arrinconar a la derecha autoritaria y corrupta representada en fujialanismo.

Para comenzar, debemos recordar por qué se anunció el referéndum. Tras la renuncia de Kuczynski y los destapes de corrupción en el Poder Judicial, fue creciendo el descontento popular frente a todo el sistema político. Ya ni el anti-fujimorismo respaldaba al Ejecutivo, pues el renunciante había indultado a Fujimori. Incluso, aumentó el protagonismo regional de las protestas. Parecían crecer las manifestaciones de protesta.

Ese clamor fue leído por Vizcarra e hizo algo sencillo: concentrar la atención en el Congreso e imponer un referéndum que fue presentado como la gran salida contra la corrupción. Como el Congreso está manejado por el fujimorismo, entonces Vizcarra aparece como un anti-fujimorista y luchador contra la corrupción.

A pesar de que él fue el vicepresidente del gobierno que indultó a Fujimori y que negoció con Keiko antes de asumir la Presidencia (ambos confirmaron esas conversaciones), le funcionó. Las protestas cesaron y aumentó su popularidad.

Vizcarra le dio aire a un sistema político rancio, se reconcilió con el antifujimorismo, desinfló la protesta popular y, con apoyo del Grupo El Comercio y de La República, nos vendió la idea de que se lucha contra la corrupción pasivamente, votando en una consulta cuyo contenido se le ocurrió al Presidente. Eso no es promover la participación popular, sino acabar con ella.

Al mismo tiempo, tampoco puede decirse que se puso en la agenda el cambio constitucional. La consigna por una nueva Constitución es tan antigua como la dictadura de Fujimori y la imposición de la Constitución actual (1993). ¿Es positivo que la gente hable de la Constitución? Sí, pero también de recordarse algo: el referéndum reforma la Constitución. La reafirma. Llama a votar por reformas constitucionales, pero no por el cambio constitucional.

Finalmente, debe decirse, con total claridad, que elegir entre un sector de la derecha u otro es suicida para el pueblo peruano y es una consigna que parte de una visión distorsionada y miope de la realidad política. El gran protagonista de la corrupción y el gran beneficiario de lo que han hecho los gobiernos corruptos de los últimos treinta años es la gran empresa peruana y extranjera. Los ricos del Perú han jugado a ganador y hoy controlan el país.

Llamar a elegir entre sus sicarios y matones no es un avance ni siquiera táctico; antes bien, es un llamado mediocre a la indignidad, a presentar como normal que se siga saqueando nuestro país y se sigan pisoteando nuestros derechos.

Ante ello se dirá: “somos débiles, no podemos hacer más”. Una izquierda que responda así, no es una izquierda realista, sino una izquierda regresiva, que le dice al pueblo que se conforme con migajas y que renuncia a su tarea histórica de jugársela por el cambio profundo del país. La constatación de la debilidad nos debe llevar a tomar medidas para salir de la debilidad, no a la inmovilidad.

El haber hecho de la debilidad una condición natural ha llevado a que los ricos del país tengan tanto poder hoy que puedan darse el lujo de pelearse entre ellos con todas las instituciones públicas, los medios de comunicación y la política dominada por sus intereses. Y pareciera que a varios eso no les molesta, siempre que, por jugar a ser civilizados y pragmáticos, puedan tentar un cargo público con la anuencia de la clase dominante. Pero ni en eso tienen éxito.

¿Cómo salir de la debilidad? La única salida es definir claramente la ruta, mostrar qué recetas son engañosas o mediocres y, vía la denuncia, la organización y la propuesta, avanzar en la dirección trazada. Esa dirección, hoy por hoy, es el proceso popular constituyente. El camino es largo y difícil, pero hay que querer transitarlo.

3. ¿Qué oculta el referéndum?

Es claro que el referéndum ha sido una estrategia para canalizar el descontento popular hacia el fujimorismo y el APRA, protagonistas en el Congreso, darle popularidad a Vizcarra y lograr estabilidad gubernamental para sacar adelante el objetivo central de la postulación de Kuczynski, objetivo que Vizcarra asume: tomar medidas para reactivar la economía, ante la desaceleración del PBI.

Esas medidas, como sabemos, son las que vienen queriendo imponerse desde el año 2014 por presión de las grandes empresas. ¿En qué consisten? Es sencillo: quieren apropiarse de porciones más grandes de la riqueza nacional a toda costa, pues la economía crece menos pero su hambre de ganancia nunca deja de crecer.

Sus medidas son conocidas: pagar menos impuestos, ser subvencionados por el Estado, tener más facilidades ambientales, que haya mayor represión contra las protestas sociales, que sus inversiones se concreten más rápido, tener trabajadores más baratos, etc.

Una expresión de ello, resistida por los jóvenes, fue la Ley Pulpín, pero varias otras medidas sí pasaron. Con Kuczynski esperaban una segunda ola de medidas de “reactivación” y esas reformas ya están preparadas. Existe un plan.

El Ministerio de Economía y Finanzas ha preparado un Plan nacional de productividad y competitividad que se propone, entre otras cosas, recortar aún más la estabilidad laboral, recortar las vacaciones, implementar regímenes especiales con trabajadores jóvenes baratos, disminuir la capacidad fiscalizadora de los inspectores laborales, etc.

Con esas medidas al frente, el juego es claro. Mientras estamos distraídos peleando entre nosotros en torno a si apoyar o no a este referéndum con cambios inofensivos, se preparan reformas lesivas para todos los peruanos. Son reformas que buscan explotar a nuestra gente y saquear nuestros recursos, justo cuando la situación económica es más difícil para nuestros hogares.

4. Entonces, ¿cómo votar?

Nuestra respuesta es contundente: viciar el voto escribiendo “Nueva Constitución, ahora” y a organizarnos para resistir a los verdaderos enemigos del pueblo, ese puñado de ricos que se cree dueño del país.

¡No caigamos en el engaño del Referéndum!

¡Los verdaderos enemigos del Perú son los grandes ricos que nos explotan y saquean!

¡A organizarnos y luchar por un proceso popular constituyente que refunde el Perú!

Perú, 7 de diciembre del 2018.

Movimiento Socialista Emancipación.


Escrito por

EMANCIPACIÓN

Somos una organización política marxista y socialista que apuesta por la superación de toda forma de dominación.


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